lunes, 28 de noviembre de 2011

Jacob. Amanecer.

Ya no flotaba a la deriva, Un nuevo cordel me ataba a mi posicion.
Y no solo uno, sino un millon, y no eran cordeles, sino cables de acero. Si, un millon de cables de acero me fijaban al mismisimo centro del universo.
Ahora podia ver perfectamente como el mundo entero giraba entorno a ese punto. Hasta ahora nunca jamas habia visto la simetria del universo, pero me parecia evidente. La gravedad de la tierra ya no me ataba al suelo que pisaba.
Lo que ahora hacia que tuviera los pies en el suelo era la niñita que estaba en brazos de la vampira rubia.Renesmee.

No hay comentarios:

Publicar un comentario