martes, 4 de octubre de 2011

Un simple giro y mi mundo cambió, al verlo, de pie, mirando fijamente, El corazón latió fuertemente a punto de salirse del pecho. La sonrisa no cesaba y el pulso temblaba.
Su mirada era tan intensa como el azul del mar. Su sonrisa tenía un brillo perfecto a la luz de la Luna y su voz tenía un tono dulce y único.

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